Los aliviaderos son estructuras hidráulicas que permiten la salida libre o controlada, del agua excedente en una canalización o embalse. Sus tipos varían en función del uso al cual esté destinado, puede ser como medida de seguridad en las represas ante un exceso repentino de agua o para la descarga controlada de agua, a fin de mantener el nivel.
Para la utilización en represas, su diseño dependerá de muchos factores, entre los que se pueden mencionar, la ubicación en relación a la estructura principal, la forma como se realizará el control del caudal vertido, tomando en cuenta la pared por donde se producirá el vertimiento de agua, hay que tener en cuenta la sección por la que se hará el vertimiento, la forma de funcionamiento y la función principal para la cual se va a diseñar.
En los sistemas de tratamiento de aguas residuales, los aliviaderos tienen como objetivo conducir el flujo de agua hasta el sitio de disposición final. Pueden derivar el caudal que se genera a consecuencia de la lluvia a drenajes naturales, lo que permite aliviar el caudal que es conducido por los colectores. Otra utilidad de los aliviaderos es la separación de sólidos que se encuentran en el agua a ser tratada.
Como consejo adicional para complementar el buen aprovechamiento del agua, es la incorporación de la energía solar, para ello, un elemento fundamental es el debido empleo de baterías solares, que a continuación se expone.
Usos de las baterías solares
La necesidad de tener un balance entre la cantidad de energía de la que se dispone y el uso que se le da, amerita que la energía solar producida sea almacenada para su uso posterior. Para ello, existen las baterías solares, las cuales son de gran utilidad para sistemas fotovoltaicos, y cuya capacidad varía de acuerdo a su tipo y su tiempo de vida.
Existen versiones de baterías solares de 6 y 12 voltios con una capacidad de unos 200Ah. Podemos encontrar baterías solares con gel de un bajo consumo, que tienen alto valor para el ciclaje y una mayor profundidad de descarga.
Las dimensiones de las baterías solares van a depender de su capacidad de almacenamiento y de la importancia que tenga la confiabilidad en el suministro de energía. En algunos casos, se considera suficiente almacenar para dos a tres días, entonces la capacidad de la batería debe ser igual a dos o tres veces el consumo de energía diario para poder cumplir con su cometido.
Al usar las baterías solares debemos tener en cuenta que si queremos hacer que esta dure más tiempo, hay que estar seguros de que estas siempre se recarguen completamente al menos una vez por semana, revisar y si es necesario, agregar agua destilada, mantener los terminales limpios de corrosión, tener las tapas limpias y secas y estar consciente que se debe eliminar la sulfatación de la placa entre cuatro y seis veces por año.