En España, toda persona tiene reconocido constitucionalmente el derecho al trabajo y todo empresario está obligado a poner en marcha una serie de medidas para garantizar la seguridad de sus empleados. Auqnue, lamentablemente, los accidentes laborales en España siguen siendo protagonistas de las noticias casi todos los días.
De tal manera que es necesario saber cómo actuar cuando se sufre un accidente laboral. Lo mejor es siempre acudir a un profesional, porque puede haber muchos supuestos y tanto las prestaciones como las indemnizaciones pueden variar de manera significativa.
En caso de accidente laboral, el trabajador tiene derecho a percibir la prestación correspondiente de la Seguridad Social. En este aspecto no hay mayor problema, pero la percepción cambia cuando se trata de una enfermedad profesional, que en muchas ocasiones se puede confundir con un proceso de enfermedad común. Aquí sí que varían las prestaciones.
Tampoco hay que perder de vista las indemnizaciones. Cuando hay algún tipo de negligencia por parte del empresario en lo referente a medidas de prevención de riesgos laborales, el trabajador tendrá derecho a recibir una indemnización según el alcance de los daños sufridos. Por eso conviene siempre pedir asesoramiento profesional, quedarse de brazos cruzados es renunciar a un derecho que se tiene.
Los trabajadores siempre están amparados
No solo en casos de accidentes laborales o enfermedades profesionales, los trabajadores están amparados legalmente siempre. Los derechos del trabajador en España están ampliamente reconocidos en nuestro ordenamiento jurídico, por ello conviene defenderlos cuando se produzca algún tipo de irregularidad o abuso por parte del empresario.
En ocasiones este tipo de circunstancias no se denuncian por miedo a perder el empleo, una postura entendible, dadas las circunstancias actuales. Sin embargo, debemos saber que las leyes nos protegen y que ocultar o ignorar situaciones de abuso no es más que un error que tarde o temprano acabaremos pagando mucho más caro de lo que pensamos.
Un sencillo ejemplo, si un empresario no proporciona arneses de seguridad y nadie lo denuncia, el obrero puede sufrir un accidente fatal.
Así que no se trata solo de un accidente, hay situaciones que no necesariamente desembocan en situaciones trágicas pero que también se deben denunciar: abusos de cualquier tipo, decisiones arbitrarias que afectan al desempeño del trabajo, acoso laboral, contratos abusivos, etc.
En algunos de estos caso quizá no se pueda evitar el despido o la renuncia del trabajador, pero, al menos se podrá reclamar una indemnización justa por los daños sufridos, morales o económicos.
El mejor consejo es no pasar por alto este tipo de situaciones y acudir a un profesional que sepa defender nuestros derechos con la seguridad de que ante situaciones injustas o ilegales la justicia siempre estará de nuestra parte.